lunes, 26 de abril de 2010

Política y titiriteros



Michael Caine es conservador.


Antiguo votante laborista, icono de todo lo británico de cara al mundo, este sensacional actor ha decidido apoyar a David Cameron públicamente, porque considera que es el momento de un cambio en Gran Bretaña. Un gesto valiente.

Más valientes todavía, Daniel Radcliffe (aka “Harry Potter”) o el líder de Coldplay, Chris Martin, que se han mostrado en público como votantes de Nick Clegg, la meteórica estrella liberal demócrata (ojito: no confundir con “liberales” del tipo de Esperanza Aguirre).

Cuando un personaje popular, que depende de su imagen pública para trabajar, decide apoyar a un político, siempre es valiente. Lo hace en ejercicio de su libertad de expresión, y lo hace sabiendo que, con ello, puede perder cuotas profesionales o simpatías personales. Y esa personalidad pública, ya sea cantante, actor, escritor o deportista, asume ese riesgo porque considera positivo ejercer su libertad de expresión.

En el caso de Caine, es un hombre que ya lo ha hecho todo en la vida, pero en el caso de otros, más jóvenes, demuestra un compromiso social y político, que es a lo que aspira cualquier ciudadano de bien en una sociedad democrática. Otros hasta ponen de su dinero, como J.K. Rowling, generosa donante de los laboristas.


Eso pasa en Gran Bretaña. Y en todos los países occidentales civilizados.



En un país muy cercano a ese entorno, pero muy distante, llamado España, cuando una personalidad pública levanta su voz (o su ceja) para expresar su opinión política o, simplemente, apoyar a un candidato, entra automáticamente en la trituradora de basura de la opinión pública. Al instante, la opinión de ese “artista” (en el sentido peyorativo de la palabra) pasa a ser la voz de un “vendido”, que come de la mano del político y obedece a la voz de su amo.

Una gran actriz de sólida carrera teatral como Pilar Bardem pasa a ver como su trabajo se desacredita en medios de comunicación por el mero hecho de estar en todas las manifestaciones progres programadas o por programar. Y cuanto más activo sea el personaje, más abundantes sus apariciones en medios, peor es la calaña que se le supone, bajo la sospecha constante de estar creando un lobby.

Lo único que hacen todas estas personas es ser honestas.

Pues si hay libertad de pensamiento, libertad política y de expresión, es pura honestidad el exponer públicamente las ideas propias, por atrevidas, erradas o absurdas que sean.



El ejercicio de la libertad de expresión nunca puede ser un demérito democrático.


Especial miseria cuando quienes levantan el dedo acusador se autodenominan "liberales", aunque basen su supuesta teoría en muchas nociones de fanta-economía y una absoluta ignorancia de lo que significa la palabra liberal en la tradición política de occidente.


Sólo por una vez, finjamos que somos ingleses y respetemos la libertad individual.


Just pretending…
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"Las honestas palabras nos dan un claro indicio de la honestidad del que las pronuncia o las escribe".

Miguel de Cervantes Saavedra (1547-1616)

domingo, 25 de abril de 2010

La finca de Feijoo


Hace un año ya que el “renovador” del PPdeG ocupa el despacho de San Caetano. Usa el mismo despacho lujoso que llevó a Touriño a perder sus elecciones. Vive en la misma casa de millonarios que Fraga construyó para los Presidentes. Viaja en el mismo tipo de cochazos que llevaron a los “bipartitos” al desastre electoral.

Nada ha cambiado.

Y esto es muy peligroso para Galicia.

Por la parte del PSOE y del BNG, se demuestra que su Gobierno en la Xunta fue cualquier cosa menos “de progreso”. El burgués amante del lujo (Touriño), el cacique orensano (Quintana) o cualquiera de sus antiguos conselleiros podrían ocupar perfectamente el papel de cualquiera de los miembros actuales del Gobierno autonómico del PP, lleno hasta arriba de caciques, enchufados e incapaces con traje. Lo peor es que los herederos del bipartito, “Pachi” y Don Nadie, no tienen la menor capacidad de movimiento. A nadie le interesa lo que digan. Ha vuelto la anestesia política de la sociedad gallega.

Por la parte del PP, se hace evidente que son los que eran, y los que serán. Cualquier propósito de enmienda brilla por su ausencia. Baltar sigue atando y desatando, perpetuando su especie. Los alcaldes del partido de la gaviota siguen recibiendo dinero de la Xunta para comprar y “carretar” el voto, sin preguntas. Los conselleiros siguen yendo en berlina de lujo, algunas de la misma marca que acabó con la imagen de Touriño. Y todo el dinero disponible de sus presupuestos “de crisis” queda en manos de direcciones generales variopintas que lo pueden dilapidar.

Ni siquiera hemos mejorado con el tema del gallego. Antes porque al parecer los del BNG querían imponer no sé qué historia a todo el mundo, o eso decían quienes ni siquiera se habían leído el famoso decreto de la polémica. Ahora porque Feijoo pretende que sean los padres los que decidan qué estudia o no estudia su niño, como si fuera normal, y además imponer enseñanza en inglés a miles de alumnos que ya tienen bastante con estudiar en castellano y en gallego.

Y dicen las encuestas que es uno de los políticos mejor valorados de España…
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“Sólo una persona inepta rinde siempre al máximo de sus posibilidades”.

William Somerset Maugham (1874-1965)

Reactivando Anonimus IV

Pocas cosas hay más tristes en el mundo del ciberespacio que un blog sin actualizar.

Y este blog lleva ya un año mostrando la misma foto de la misma "vaca" como última aportación.


Cambiando radicalmente de formato (menos letra y más certera), con la primavera vuelven las golondrinas y los Primos Anónimos.


Pronto en sus pantallas.