miércoles, 23 de junio de 2010

Velo, burka y otras mentiras


En España hay muchos más políticos corruptos que mujeres que lleven burka.



Maravillas de la política, como lo primero no se puede (o no se quiere) remediar, la derecha española, siempre encargándose de “lo que preocupa a los ciudadanos”, ha cargado contra esta prenda. Un velo integral que la mayor parte de los habitantes de España no han visto en persona en su puñetera vida y que se dio a conocer en los años 90 cuando la prensa internacional comenzó, por fin, a prestar atención a los atropellos a la dignidad humana que cometían los talibanes en Afganistán, todavía en aquel entonces con beneplácito de los USA.



Seguramente tampoco lo veremos a partir de ahora porque se va a prohibir en espacios públicos, incluyendo la calle, al igual que el niqab, "que es muy parecido pero deja ver los ojos" según explicaba hoy una experta en la televisión. De momento, se han quedado ahí las prohibiciones. Pero pronto vendrá la prohibición del hiyab, seguro. Con las mismas estupideces de rigor: que si se hace por motivos de seguridad, que si sólo se va a prohibir en edificios públicos, que si en un país occidental se debe andar por la calle con la cara descubierta para poder ser identificado…



El tema es de mucha risa.



Los mismos políticos que dicen defender la libertad total del ciudadano ahora deciden que las mujeres que residen en España deben ser libres para hacer lo que quieran EXCEPTO para ponerse un burka o un niqab. Cualquier otra prenda es legal. Nada se habla, por ejemplo, de prohibir el acceso a las turistas, nacionales y extrangeras, que entran semidesnudas en las catedrales españolas en verano, ofendiendo claramente la dignidad del lugar. Ni la Conferencia Episcopal se queja de eso, porque está a otras cosas.



El problema no es contra el burka. Importan un pito el burka, el niqab o el hiyab. Y obviamente no es un problema de seguridad, porque es un velo, no una carpa de circo. Tampoco les interesa en lo más mínimo la discriminación social de la mujer. Ni que sea una práctica “oscurantista”. La prueba es que no se va a perseguir el burka: lo único que quieren es NO VOLVER A VERLO en la calle. Pero luego, en su casa, el marido podrá ponerle a su mujer un niqab con siete candados si quiere, porque nadie le va a perseguir por ello.



No olvidemos que hablamos de partidos que defienden la Libertad (que ahora resulta que se escribe en mayúsculas).



Lo más interesante de esta prohibición es que no dice qué hacer cuando un marido musulmán exija a su mujer que vista alguna de esas prendas y ella tenga que salir a la calle sin ella por Ley. ¿Algún político conservador ha pensado cómo evitar que el esposo musulmán infle a bofetadas la cara de su señora? No, porque, nuevamente, les importa un pito lo que le pueda pasar a esa señora musulmana.



Un partido cuyas mujeres prominentes defienden el modelo de que una buena española debe parir media docena de hijos ahora resulta que se preocupa por la integración de la mujer musulmana en la sociedad española. Sería de hacer cachondeo sino fuera totalmente real.



Hoy mismo he visto en la televisión a una de esas tertulianas a sueldo decir, muy llena de razones, que "quien esté en nuestra sociedad tiene que beneficiarse de nuestros valores". La construcción en antítesis de la frase no es casual: es que si vives en España no te quedan más narices que beneficiarte de los valores españoles. Y sino te quieres "beneficiar" de nuestros valores, vete a tu país [morito de mierda]. Esto último obviamente no lo dicen con palabras, pero lo dicen con la cara, que es el espejo del alma y también habla.



El problema con los velos musulmanes es exclusivamente estético y no se arreglará hasta que el ciudadano español pierda la sensación de nerviosismo y asco que le embarga cuando ve a un moro. Pero nadie lo quiere reconocer y por eso se inventan eufemismos y demás mentiras.



Al españolito medio, tanto al de derechas como a muchos de izquierdas, le irrita ver moros por la calle. Y encima, si se atreven a mostrar púbicamente su condición de moros mucho peor. En los últimos tiempos los españoles también han desarrollado asco por los latinoamericanos: cuando pasa un latino con su coche y lleva la música a tope de volumen se pueden ver decenas de miradas de reproche cómplice entre los viandantes españoles. Ya se sabe que los españoles nunca-jamás llevan la música alta en el coche. Ni gritan en espacios públicos. Eso sólo lo hacen los inmigrantes latinoamericanos, que son ruidosos y vienen a alterar la paz y el silencio franciscano con el que hasta ahora se vivía en las ciudades españolas.


De todas formas, la latinofobia es muy reciente. La estrella de los odios raciales del ciudadano medio español es y seguirá siendo "el moro". Son muchos años para arrebatarle ese puesto. Y el velo es una forma de dejar claro que una mujer es musulmana. Con toda la cara dura, las mujeres musulmanas se atreven a llevar una prenda que las diferencia, por la calle. Eso no se puede tolerar.



¿Cómo se va a permitir a una niña mora que vaya a la escuela con hiyab? ¿Quién se ha creído que es? ¿Qué se creen sus padres, que nos pueden chantajear y pasarse nuestros “valores” por el forro? Es una provocación descarada contra nuestra cultura y no se puede permitir.



Ahora resulta que las prendas de vestir simbolizan los principios de nuestra sociedad. Y los velos islámicos van contra esos principios de Libertad. Y por ello, por el bien de la Libertad, con "L" mayúscula, hay que prohibirlos.



Valiente estupidez.



Nadie prohíbe, por ejemplo, a los alumnos de un instituto o universidad entrar en el centro con rastas en la cabeza, un adorno tribal, igualmente ideológico, arcáico y que, además, es una enorme marranada en lo que a higiene se refiere. A los padres, muy coherentes, no les molesta que un compañero de sus hijos les pegue piojos por llevar rastas, pero no están dispuestos a tener que ver a las niñas musulmanas con hiyab entrando y saliendo del centro escolar. ¡Ni que esto fuera Marruecos!



(Por no mencionar que jamás nadie se ha molestado en promover ninguna norma o ley que impida que miles de adolescentes vayan a clase vestidas como meretrices de la Casa de Campo, y sus compañeros de sexo masculino lleven atuendos propios de un narcotraficante o un sicario; de hecho, sucesivas series de TV han promocionado dicha vestimenta, casualmente en una cadena financiada parcialmente con dinero de la Iglesia)


Yo espero que, al menos, sigamos por esta senda de forma coherente.



Personalmente me importa un pito que a las mujeres musulmanas las obliguen a llevar la cabeza descubierta, pues no tengo a ninguna en mi familia y, personalmente, también me gusta ver el cabello de la persona con la que hablo. Sólo espero que se aplique el mismo rasero con las mujeres españolas.



A partir de ahora, todas las mujeres que vayan a la playa en España deberían hacerlo en top less. Esa costumbre de cubrirse los pechos "por pudor" es una práctica oscurantista, medieval, propia de una sociedad machista donde los hombres no permiten que los demás varones de su entorno puedan ver los atributos sexuales de su pareja. Eso no se puede permitir en Occidente. Hay mujeres que dicen que no hacen top less por vergüenza, pero es mentira, pobres reprimidas, no saben lo que dicen: las mujeres usan bikini o bañador sólo por presiones sociales. Hay que acabar con esas prendas opresoras para que por fin las mujeres sean libres.



Por favor, cuando una monja católica vaya a una vista al juzgado de turno que la obliguen a quitarse la toca, como está mandado. Por problemas de seguridad y para reconocerla adecuadamente. No vaya a ser que la monja lleve una bomba debajo del velo.Y lo mismo en el hospital, en el mercado... Ni que decir tiene que las monjas no pueden dar clase, porque las normas de los colegios prohíben estar en el recinto con la cabeza cubierta. Esas costumbres son arcaicas y van en contra de los valores occidentales. Y que nadie me diga que este es un ejemplo extremo o retorcido: en España hay muchísimas más monjas que mujeres musulmanas que porten burka o niqab.



Y desde luego, cuando una mujer de 80 años, de luto y con la cabeza cubierta por un pañuelo idéntico al hiyab, tanto en uso como en función simbólica, vaya a ver a su médico, que se deje el pañuelo en la puerta del centro de salud. De hecho, habría que prohibir también el luto en las viudas, que es otra manifestación cultural arcáica y machista. Y que vayan los políticos a explicarle a las viejitas que estamos en el siglo XXI y que realmente la están haciendo una mujer libre prohibiéndole esa costumbre estúpida.



Que tienen que quitarse el pañuelo porque a los demás nos sale de las narices.



¿A quién le importa si lo llevaban porque querían? Lo importante es ejercer la Libertad.



Libertad para prohibir.



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"Proclamo en voz alta la libertad de pensamiento y muera el que no piense como yo."
Voltaire

4 comentarios:

  1. Tienes toda la razón y es que a mi no me gustan los moros, no se si será porque toda mi familia hizo la mili en África, pero no me gustan y lo reconozco, no caigo en esas chorradas que dices, pero mira me da igual el velo. No asi el burka o el otro, aquí eso no se lleva por seguridad si (como el motín de esquilache) y porque sino te gusta te vas. Tampoco yo puedo ir con una bandera suiza por Arabia porque lleva una cruz, asi que a joderse y a adaptarse.

    Totalmente de acuerdo con lo de las monjas y lo alumnos en los centros

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  2. David:

    Alabo tu sinceridad. En serio. Me parece que es básico, en temas como estos, ser sinceros.

    El artículo no iba contra el velo, ni a favor del velo, sino en contra de la hipocresía.

    Se le están dando 100 vueltas a los velos islámicos para poder prohibir algo que, con la ley en la mano, no se debería prohibir.

    Yo estoy deseando, de corazón, que una asociación islámica denuncie a la Comunidad de Madrid ante el Tribunal Constitucional por la tontería de los velos en los colegios.

    Si quieren realmente hacer algo lógico, que prohiban los símbolos religiosos en la escuela y lo combinen, además, con una norma general de adecuación en el vestir. Prohibiendo no sólo los velos sino tambien las gorras, cadenas, minifaldas-de-ramera y demás prendas que no son adecuadas en un aula. Desde luego, se me ocurren docenas que deberían prohibirse antes que el velo.

    Yo pienso como tú: me da igual el velo, absolutamente igual, ya sea hiyab o shaila. Cosas peores llevan las mujeres occidentales y nadie les dice nada. El burka y el niqab no me gustan, obviamente. Pero dudo profundamente de que la legislación ampare estos temas y estoy seguro de que cualquier árabe con ganas de tocar las narices podrá plantarse ante un juez y lograr que le den la razón.

    Es que los politicuchos que han sacado estas leyes estúpidas son tan estúpidos que sólo han incluido el burka y el niqab, pero no el chador. Por tanto, ¿una musulmana podrá llevar chador? ¿Sí o no?

    Y sobre todo: a las 14 esposas de los jeques ricachos que viven en la Costa del Sol les van a obligar a quitarse el niqab para ir a la compra o coger un avión? No lo creo. Y deberían. La Ley, para todos.

    Gracias por comentar.

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  3. Pues acabo de venir de Vitoria y hubo un caso en el que una marroquí fue al médico y éste le pidió que se quitase el velo integral para oscultarla y como ella se negó, le pidió que saliese de su consulta porque tenía más pacientes y así no podía hacer su trabajo. La mujer ni corta ni perezosa le denunció y en el juicio ella se presentó cubierta de pies a cabeza y sin documento de identificación, por lo que la juez sobreseyó el juicio por incoparecencia de la demandante ya que no pudo establecerse su identidad.

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  4. Alba: pues el médico hizo bien y el juez también.

    Gente lo suficientemente miope como para empeñarse en sus ideas de forma tan ridícula la hay en todas las razas y credos. Y siempre hay que responderles así, con la ley en la mano.

    Ella sabrá si quiere o no tener cobertura sanitaria o jurídica.


    Gracias por comentar.

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