martes, 24 de febrero de 2009

Cumplir las penas íntegras y el jurado popular


Dos hombres son apuñalados 57 veces, y el asesino confeso, que había consumido drogas y alcohol, quema su casa para ocultar las pruebas. A un tribunal experto no le cabría duda alguna de que eso es un asesinato con varios agravantes, y como tal condenaría. A un jurado popular, dicho crimen le ha parecido que el acusado (confeso, insisto) no merece el castigo por el asesinato porque sufría un “miedo insuperable” y porque hubo “legítima defensa”, al tratarse las víctimas de una pareja homosexual: el acusado temía ser violado por ellos (a pesar de que fue a su casa por su propia voluntad horas antes del crimen). Es la noticia judicial del año.
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De hecho, siete de los nueve jurados lo consideraron así, e incluso algunos llegaron a emocionarse y llorar cuando el acusado contaba su historia. Haciendo un exceso a favor de los fallecidos, dos miembros de ese jurado “sospecharon que Jacobo Rial (el acusado) no actuó sólo en legítima defensa cuando apuñaló a su segunda víctima, Isaac Pérez (22 años), que estaba encerrado en su habitación. Como Isaac Pérez no suponía ningún peligro en ese momento, dos de los miembros del tribunal popular declararon a Jacobo Rial culpable de su asesinato”. Conviene recordar que esa segunda víctima estaba en su cuarto con la puerta cerrada, tratando de salvar su vida después del primer ataque, y que el agresor la tuvo que echar abajo, quitarle el móvil con que trataba de llamar a la policía, rematarle y, de paso, aprovechó para robar las llaves del coche. Por su parte, de la primera víctima (Julio Luciano Anderson, 32 años) no hay duda: el acusado tenía cierto “derecho” a matarle, porque había sido violado por él, aunque no hay pruebas de dicha violación.
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El acusado va a ser condenado solamente por quemar el piso de la pareja asesinada. Prendió cinco fuegos para eliminar las pruebas del asesinato. Es un alivio ver que la justicia española se ha anglosajonizado tanto como para primar el derecho a la propiedad sobre el derecho a la vida. Porque hay tantas pruebas del incendio provocado como del crimen violento, y en cambio sólo se le acusa de uno de los dos delitos. Del más leve (con diferencia). Y esto sucede en una época en que está de moda reclamar el "cumplimiento íntegro de las penas" y una inconcreta mejora de la justicia (aunque, sorprendentemente, tenemos una de las mejores del mundo, según dicen los expertos). Una modificación en el cumplimiento de las penas que no sólo es anticonstitucional sino que además es ilegal e ilegítima, y abre las puertas a la cadena perpetua y la pena de muerte. Más útil sería manifestarse contra esa burrada jurídica que es el jurado popular. Ejemplo de "democracia" del pueblo muy mal entendida, modismo procedente de las películas de juicios y del imperfecto sistema estadounidense, desde su aplicación no ha hecho más que mal a la justicia.
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El problema del jurado popular es su inexperiencia. Juzgar un delito es muy difícil, incluso para gente realmente especializada en ello. La vida real, por desgracia, no suele ser como CSI, donde está muy clarito quien es el culpable porque lo dicen las Santas Pruebas. En la vida real, hay dudas razonables en un 60% de los casos. Un triste ejemplo de lo abierto que es un proceso penal lo tuvimos en la manipulación periodística de la instrucción del 11-M, donde periodistas totalmente ignorantes en materia jurídica interpretaban de forma cinematográfica cada detalle de los atentados terroristas, para hacerlos coincidir en una interesada visión de los hechos. Cada día, los jueces deben dejar en la calle a gente de la que sospechan claramente que son culpables, y empapelar a acusados que parecen ser inocentes en su conciencia, pero que no tienen una coartada sólida o pruebas exculpatorias aceptables. Si en medio de este lío, añadimos a un grupo de personas completamente legas en el tema, influenciables e inexpertas, es realmente muy difícil que el resultado sea positivo para el Estado de Derecho.
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Como han señalado algunos juristas, es desaconsejable “cargar al jurado, lego en Derecho, con conceptos complejos como las eximentes o las atenuantes porque incluso le plantean problemas al Tribunal Supremo”. Sin embargo, otros consideran que es un éxito de la defensa por haber mostrado al jurado la causa de forma favorable a su cliente, añadiendo que “no todo el que mata es culpable”. En este caso es importante tener varias cosas en cuenta. Por una parte, que una persona que es violada no pasa a tener el automático derecho de matar a su agresor.
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La “legítima defensa” se refiere, en buena lógica procesal, a casos en que una víctima ataja una agresión con otra. Me van a atacar, así que me defiendo y, quizás, mato al agresor. Esto sucede antes del delito. Pero el acusado de este caso asesinó a ambos hombres cuando la violación ya había sido llevada a cabo. Supuesta violación, pues en el caso de sexo entre hombres es muy complejo diferenciar la violación del sexo consentido, y en este caso concreto la única prueba era una herida de cuchillo en la mano del acusado, como los forenses manifestaron en el juicio, y el jurado consideró irrelevante. Por otra parte, también hay que recordar que el acusado no sólo asesinó a dos personas, sino que después quemó los cuerpos causando daños en la vivienda “de la que salió duchado tras pasar cinco horas en su interior y con una maleta repleta de propiedades de sus víctimas”. Es decir, que hubo ocultación, y, además, robo.
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No veremos un gran eco para este crimen. En parte, porque las víctimas son homosexuales. En parte, porque las víctimas (y el acusado) frecuentaban lugares poco recomendables y consumían drogas. El periódico El Mundo, ejemplo de prensa judicial, no ha dicho nada al respecto de este caso, porque al parecer era una noticia de mayor interés en la actualidad del día el que el servidor Gmail se haya colgado durante dos horas, que un señor se ha cargado la herrikotaberna de Lazkao o una tal Gail Trimble haya ganado el concurso BBC to quiz. Esas son las noticias del día según ese periódico.
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Aunque los medios lo ignoren, es un crimen, exactamente igual que cuando se asesina a una muchacha joven y se tira su cuerpo al río. De hecho, hay más agravantes en este caso que en el de la tristemente famosa chica que está a todas horas en nuestras pantallas. Pero lo fácil es empatizar. Empatizar con la niña asesinada de un golpe en la cabeza con un cenicero (nadie ha expresado todavía la posibilidad de un homicidio involuntario, porque lo apedrearían). Empatizar con el chico que se va de juerga, drogas y alcohol, se sube a casa de unos gays, y en pleno bajón narcoléptico decide acuchillarles 57 veces, quemar las pruebas y robar algunas cosas de valor. Ya se sabe que los gays causan un tremendo “miedo insuperable”. Algo habrán hecho…
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"El hombre que tiene miedo sin peligro, inventa el peligro para justificar su miedo". Alain

8 comentarios:

  1. No puedo estar más en desacuerdo con su razonamiento.

    Es cierto que un jurado popular no tiene sentido alguno y mucho menos idea. Hasta ahí bien.

    Pero le recuerdo que la mayoría de los casos escandalosos han sido resueltos por personas muy expertas y con muchos años en la carrera. Quien no controló como debía al asesino de Mari Luz fue un experto juez, y los que resolvieron que sólo merecía 1.500 euros de multa por ello también eran bastante profesionales.

    Lo que necesita la Justicia es un cambio radical. Apolitización para empezar. Un Código Penal revisado artículo a artículo para simplificarlo y mejorarlo, que se eviten de una vez por todas los puntos que sirven para que dependiendo de cómo lo entienda el juez, se aplique con mayor o menor fuerza. Actualización a la sociedad de hoy en día, penas más severas. Mayor número de medios y juzgados. Cursos de reciclaje para los jueces, que el señor que lleva cuarenta años en su puesto no siga absolviendo a violadores porque la víctima llevaba falda, como se hacía en el pasado. Mayor grado de cumplimiento en las penas, más severidad. Un uso más ágil y provechoso de los bienes incautados que pasan años y años en un almacén hasta volverse inservibles.

    Y la cadena perpetua. Con revisiones cada cierto tiempo (muy duras, hay que tener en cuenta que un pederasta en la cárcel parece lo más reinsertado del mundo), pero que eviten que, como ocurre en el caso de Marta, si sólo son condenados por homicidio, con menos de 40 años estarán empezando una nueva vida como si nada, cruzándose por la calle con los familiares de la víctima.

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  2. Por cierto, al hilo de su entrada.

    Habla usted de la actitud de El Mundo. Después del famoso video de Wyoming, todos dijeron que la culpa era de Intereconomía por no confirmar las noticias.

    Hoy, El País y la Cadena Ser, adelantaban en exclusiva que González Pons era uno de los aforados investigados por Garzón, sin dar dato ninguno como prueba. El propio Garzón tenía que emitir un comunicado desmintiendo la noticia. Rápidamente, desapareció de la web de El País. ¿Quién ha pedido disculpas?. Nadie. ¿Quién ha recordado ahora lo de confirmar las fuentes?. Nadie. Parece que no todos los medios son juzgados con el mismo rasero a la hora de elegir sus noticias o verificar la fiabilidad de las mismas.

    En cuanto a esto :

    "Ya se sabe que los gays causan un tremendo “miedo insuperable”. Algo habrán hecho…"

    Le ha quedado muy dramático, pero permítame dudar que a estas alturas el motivo de que al jurado popular se le haya ido la cabeza a la hora de decidir haya sido que las víctimas eran gays. Por favor, seamos serios.

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  3. Lo que hay que tener en cuenta, además de todo lo señalado, es que en el caso de la pobre niña sevillana, si no se encuentra el cuerpo no habrá base procesal para encausar al acusado por asesinato y solo podrán acusarle de desaparción. Así que no sé por qué todavían andan con la cadena perpetua si todavía no tienen caso de asesinato. Me molesta tanto populismo y que cada vez que alguien pierde a un ser querido se le cite en la Moncloa. Acompaño a ese padre en su dolor. Pero la Sede del Ejecutivo no es el lugar para poner en duda la cosntitución ni la Corona dicho sea de paso.

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  4. David Alonso: suscribo tus palabras. Pones el dedo en una yaga importante. Aún con la declaración del acusado, la Ley no está diseñada para creerle. Incluso si hay autoinculpación. Sin cuerpo, la cosa se complica, porque el chico puede mentir.

    Más bien, viendo los medios empleados en buscarla, intuyo que el problema es que tienen un homicidio involuntario (eso ha debido ser lo que ha declarado el chico) y quieren empapelarle con más fuerza.

    Un cadáver con un único golpe en la cabeza, en función del análisis forense, reduciría la pena. Pero si aparece el cadáver con signos de violencia o de violación, que me parece que es lo que esperan, ya tienen una causa sólida. Lo cual implicaría "órdenes directas de arriba" para ser lo más duros posible, y eso sería grave.

    La demagogia y espectáculo público con este tipo de casos empieza a ser muy peligrosa. No sabemos aún qué pasó, si el chico la mató porque estaban discutiendo, si tenía la voluntad previa de matarla, el grado de colaboración de los otros... Y ahora, la realidad se hace dura: sin las pruebas forenses NO HAY CASO. Es la palabra del chaval.

    Sobre el populismo tienes toda la razón. Hay mucha presión mediática y política para endurecer las penas. Ahora colgaré otra réplica al comentario anterior donde hablo del "endurecimiento de penas" y la cadena perpetua.

    Gracias por comentar

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  5. Fin de los Tiempos: no esperaría lo contrario. Le he dejado para el segundo lugar, por la extensión.

    -Celebro que comparta el rechazo al jurado popular, que es el objeto de esta entrada.

    "Pero le recuerdo que la mayoría de los casos escandalosos han sido resueltos por personas muy expertas y con muchos años en la carrera...".

    -Por triste que resulte, los sistemas fallan. Incluso aquellos que son magníficas elaboraciones humanas pueden llegar a funcionar mal. La vida es así. Sobre los "casos escandalosos", los conozco muy de cerca y, por desgracia, la fuente principal del "escándalo" es la interpretación que hace la prensa (una u otra, en función de lo que toque).

    "Quien no controló como debía al asesino de Mari Luz fue un experto juez, y los que resolvieron que sólo merecía 1.500 euros de multa por ello también eran bastante profesionales"

    -Siempre damos con las mismas piedras. Es una verdadera lástima que sucedan cosas como esa. Todo el mundo lo sabemos. Pero no se puede legislar desde las tripas. ¿Con "1.500 euros de multa por ello" se refiere usted a qué multa exactamente? ¿Acaso ese señor había matado antes?Por desgracia, hay un problama básico en la Justicia humana: no se puede condenar a nadie que no haya cometido el delito.

    -Hoy querríamos que esos asesinos estuvieran en la cárcel, pero hasta que son asesinos nos se les puede juzgar como tal. Y si, por poner un ejemplo, endurecemos las penas por violación, crearemos una escalada insostenible: primero será más "barato" matar que violar, y por ello los violadores eliminarán a sus víctimas; después, para evitarlo, se subirán las penas por asesinato, y volveremos a estar como estamos ahora... pero con unas penas increiblemente altas e insostenibles.

    "Lo que necesita la Justicia es un cambio radical..." No copio el párrafo entero, porque ya está en su comentario. Por partes:

    -"cambio radical": algo que funciona, aunque yerre, no tiene que ser cambiado radicalmente. Debe ser ajustada, mejorada, complementada. Pero tenemos unos códigos legales excelentes y muy buenos profesionales aplicándolos. Obviamente, mejorar es siempre la idea. Pero no con un "cambio radical". Ese tipo de expresiones son demagógicas y muy propias de la prensa.

    -"Apolitización para empezar". Craso error. Un juez es una persona. Además, una persona muy bien posicionada, me atrevo a observar. Como persona y ciudadano tiene ideas políticas. Ocultarlas, o fingir que no las tiene o, aún peor, considerar que si un juez da el menor síntoma de tenerlas es algo malo, es de una simpleza peligrosa. Lo que debe pasar es que un juez no pueda perjudicar a nadie por sus ideas: soltar a un kaleborroko, fallar en favor de la objeción a EpC, sobran ejemplos para todos lados. Para evitarlo están los recursos y los tribunales tutelares. Puede ser lento, pero es el mejor medio (hasta que se descubra la piedra filosofal).

    -Tiene razón con el código penal, pero no con la aplicación. La "aplicación de la letra" es la base del sistema jurídico occidental. El código es y debe ser flexible, porque no hay dos casos iguales, y deben ser las personas las que decidan. El riesgo de errar parcialmente es más asumible que colocar la misma pena monolítica e injustificada a todos los delitos que encajen en el mismo Artículo del Código.

    Por otro lado, recuerde que hablamos del primer Código Penal de la Democracia. Por ello, obsoleto, en efecto. Y recuerde que ha habido intentos de reforma boqueados desde la veta más ideológica de la oposición.

    - Pide penas más severas (hablaré luego de ello). También más medios, lo cual parece lógico, pero no lo es tanto. Dos cosas al respecto: una, esto depende hoy en día más de las Audiencias autonómicas que del Gobierno Central, y sin embargo, los juzgados de Madrid han cargado en bloque contra el Gobierno y nada contra la Comunidad; dos, el mayor número de jueces y personal, aunque sea cierto que faltan juzgados en algunos lugares concretos, no es una panacea y, de hecho, los baremos indican que hay Audiencias sobredimensionadas que siguen estando atrasadas.

    El problema de la lentitud, principalmente, es de la LEY PROCESAL (la famosa Ley 1/2000, de 7 de enero, de Enjuiciamiento Civil) que ralentiza al extremo porque perpetua modelos judiciales del siglo XIX. Por cierto, mire la fecha en que fue sancionada.

    -Los "cursos de reciclaje" han mostrado ser totalmente inútiles en muchas áreas del servicio público. No veo que a un juez le vayan a convencer de que sea más duro ante delitos contra sus propias ideas personales.

    -Sobre el uso ágil de bienes incautados, es cierto, hay un déficit de velocidad, especialmente con respecto a la legislación americana, pero fundamentalmente el retraso se debe al retraso general provocado por la Ley Procesal. Y también a que en España no se adjudican culpables con tanta prisa como en otros países, donde usted puede comprar el coche de un asesino en serie en un par de meses desde la vista.

    -La cadena perpetua (de paso, el endurecimiento del que hablaba usted antes): por una parte, ningún endurecimiento de penas ha traído nunca en la historia del Derecho una caída del delito en cuestión. Esto es así, por desgracia. Si tener penas durísimas fuera el remedio, créame que los jueces estarían encantados de ello.

    Lo que realmente hace caer la delincuencia es la TIPIFICACIÓN. Una tipificacíón más exhaustiva, detallada, y razonable. Así, cuanto más detallado sea el código, más se podrá aproximar el juez al delito concreto de cada acusado a la hora de valorarlo y sentenciarle.

    Ahí reside uno de los principales problemas. Nuestro Código Penal es demasiado sencillo: tampoco hay que hacerlo complejísimo, pero sí más detallado, con los delitos que un buen fiscal necesita para hacer bien su trabajo. Sobre todo, está tan manido que cualquier abogado medianamente hábil es capaz de hacer virguerías en sus defensas. Por ejemplo, el caso del asesino de la Calle Oporto de Vigo, del que hablaba en esta entrada.

    -Si una persona mata a otra, 20 años en la cárcel no es una dádiva. Es cumplir la Ley. Si subimos la pena al asesino de la chica, debemos recordar que sólo ha matado a una persona. ¿Qué pasa con quien asesine a tres? ¿A siete? ¿Asesinos en serie? La postura tan demagógica de "endurecer las penas" olvida siempre que, sí se endurecen, realmente será entonces cuando se cree una presión en las penas más graves.

    Si te sale prácticamente igual de caro matar a una niña y deshacerte del cuerpo, que matar a la niña, y a tus amigos que te ayudan a encubrirlo, y quizás a un vecino mayor que puede haber oído algo... muy mal iremos. Si quiere ejemplos del desmadre al que conducen las penas altas, mire a los USA.

    -En el caso concreto de esta chica, homicidio es, de momento, la pena más alta, y eso si es que pueden imputarle homicidio. Permítame recordarle que NO SABEMOS LO QUE PASÓ. Ni siquiera los padres saben realmente lo que pasó, sólo saben lo que cuenta la prensa. Si tanto se critica (con razón) que se cuelguen cabezas a la ligera en los casos de corrupción a través de filtraciones, mucho peor es hablar de un presunto asesino NO JUZGADO: observe que en esta entrada hablamos de un caso ya juzgado, no de cábalas periodísticas.

    Hacer cuentas con las décadas que debería estar en la cárcel, sin saber todavía nada que no sea por propia boca del presunto asesino y sus cómplices es muy peligroso. Es la palabra del presunto culpable la que guía las reclamaciones. Sin cuerpo no podemos saber, por ejemplo, si fue un homicidio involuntario (discutiendo, pudo golpearla sin voluntad de matarla), o el grado de implicación de los demás chicos.

    Sin embargo, ya se quiere vender la piel de este chaval, porque él ha reconocido que la mató. Observe que hasta ahí llega nuestra información en los medios: no sabemos qué detalles ha dado, pero viendo que se busca el cuerpo con tanta necesidad, podemos deducir que no hay nada demasiado sólido, y debe haber muchas dudas.

    -Cambiando de delito, tengo El País y El Mundo de hoy aquí mismo y, como es de esperar en un periódico que se asesora mucho antes de meter la pata, no dicen en ningún lugar que González Pons sea uno de los aforados investigados.

    Si colgaron algo en su edición web, y lo retiraron, por desgracia nuestra Ley al respecto es tan penosa que sería difícil demostrar algo.
    Un cierto Gobierno anterior, que dicen algunos que lo hacía todo muy bien, consideró innecesario actualizar las leyes para que los delitos de injurias y calumnias por internet fuesen punibles, y la tan necesaria reforma en ese sentido ha sido bloqueada por la oposición actual. La realidad es que, a todos los efectos, NO LO HAN PUBLICADO, y por ello, aunque seguro que usted no estará de acuerdo, no deben pedir disculpas (por algo que "casi hacen").

    Supongo (y espero) que Pons se querellará, y usará las grabaciones de la SER, si es que las hay. O quizás Pons sea realmente imputado. No lo sabemos, no podemos hacer cábalas al respecto. Lo que parece es que El País se apresuró en sacar un bombazo y se retractaron por falta de base jurídica, o quien sabe por qué. Lo sabremos.

    "permítame dudar que a estas alturas el motivo de que al jurado popular se le haya ido la cabeza a la hora de decidir haya sido que las víctimas eran gays".

    -Para terminar. Dude, es su derecho. Pero así fue. Mientras el acusado contaba cómo temblaba de miedo porque los homosexuales querían violarle (pese a que llevaba horas en la casa, por su propia voluntad), varias personas del jurado lloraban emocionadas por el drama de ese pobre chico. Para argumentar semejantes eximentes, está muy claro lo que tenían en mente los jurados. De hecho, la sospechosa tenden´cia del jurado ya había sido señalada "off the record" por juristas observadores al empezar la vista.

    De todas formas, si usted duda, debería dar una "alternativa". Según usted, ¿qué motivo de miedo insuperable tenía el acusado para matar con 57 cuchilladas a dos hombres que le habían invitado a su casa, robarles, impedir que uno de ellos llamase a la policía, y quemar los cuerpos para borrar las pruebas?

    Gracias por comentar.

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  6. COMENTARIO ADICIONAL:

    Cuando, en la respuesta a David Alonso, decía que "el chico puede mentir" hago referncia a un hecho que, a veces, parece que se nos olvida: la finalidad de la justicia es juzgar y condenar a los culpables.

    No sabemos si ese chico es culpable, sólo sabemos que él dice serlo. Pero a causa de la prensa, y ha sido "juzgado", y ya hay gente que dice que es una vergüenza que ese chico se pueda cruzar por la calle dentro de 30 años a los padres de la niña, y más literatura similar.

    Si, por ejemplo, el asesino fue su hermano pequeño, y el chico incurre en falsedad para exculpar a su hermano (es un ejemplo, no digo que suceda en este caso, pero sí que ha sucedido, muchas veces por cierto), el objetivo de la justicia es encontrar al culpable real de los hechos.

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  7. Empezaré diciendo que no me vale la excusa de que los jueces son personas y tienen ideas políticas. Si las tienen, se las guardan y actúan objetivamente. No hay justificación posible. Por esa regla de tres, si todos los ginecólogos recuerdan que son hombres y tienen deseos... Una cosa es la esfera personal y otra la profesional, y el que no sepa separar una de otra, que se inhiba o se dedique a otra cosa.

    Dice que lo de cambio radical le parece muy de prensa, yo diría muy real. El Código Penal español tiene aún mucho de rancio y de antiguo, no en dos o tres cositas, sino en bastante parte. A eso hay que sumarle que hay una serie de delitos que no están tipificados correctamente bien porque antes apenas se daban, bien porque ahora son más habituales. Véase todo lo que tiene que ver con delitos a través de nuevas tecnologías, bandas organizadas, sicarios, violencia de género... Lo que no es lógico es que si a un menor le dan una paliza y le graban, se tenga que recurrir a piruetas legales para poder aplicar otro artículo para intentar aumentar la gravedad de los hechos ya que no está recogido el caso específico.

    Más medios no significa más jueces, sino más de todo. Más secretarios, más policías, más comisarías... Siempre nos fijamos en las grandes ciudades para valorar este tipo de aspectos. Pero hay provincias en que casi entre cuatro sacan el trabajo de veinte. Así pasa lo que pasa.

    Sobre el Código Penal, no digo que a todos los que cometan un delito parecido se les aplique la misma pena. Lo que digo es que lo que no debería pasar son cosas como las del caso de la niña sevillana. Si estaba muerta cuando la tiraron al río, homicidio. Si estaba viva, asesinato. Y entre ambas, diez años de condena de diferencia. ¿Es que si estaba bien muerta merece cumplir diez años menos?. No lo veo así.

    Sobre la cadena perpetua y el endurecimiento de las penas, usted parece ser uno de esos defensores progresistas del concepto de cárcel como periodo de reinserción para la vuelta a la sociedad. Otros, como yo, pensamos que la cárcel es también un lugar de castigo por los delitos cometidos y donde se aparta a alguien peligroso para proteger a la sociedad. Por mucho que quieran ver que todos los delincuentes pueden reinsertarse, hay miles de estudios que demuestran que no todos. Pederastas y violadores tienen tasas de reincidencia enormes, la cárcel es lo único que les aleja del delito porque allí no hay posibles víctimas. Otros, como es el caso de asesinos y terroristas, directamente no merecen volver a la sociedad.

    Porque se les olvida un concepto. Nadie obliga al crimen. El hambre puede obligar a robar un queso pero no a matar al dueño de la tienda. Si usted mata o viola es porque usted quiere, no se ve obligado a ello por circunstancia alguna. Y si usted hace eso, asume sus consecuencias. No tengo que ser yo quien le ponga todas las facilidades del mundo para ver si le da por cambiar. Habérselo pensado antes. Quien sí merece todos los derechos del mundo es la víctima, que es quien no ha hecho nada en absoluto. Y lo que la víctima merece es no volver a salir de casa con miedo porque su violador salió a los tres años y vive a dos calles.

    La cadena perpetua no tiene por qué servir para reducir el número de delitos. Con que sirva para castigar a alguien por sus actos, llega. ¿No está usted de acuerdo en que De Juana, con 25 asesinatos, sin arrepentirse de ello, no merece estar paseando por la calle?.

    También dice usted que 20 años por matar a una persona no es un regalo. Sabe bien que sí. Una condena de 20 años, con buen comportamiento y ciertas aplicaciones, puede quedarse en qué, 16? 17? Lo que significa que posiblemente a los 14 esté paseando por la calle. Un chaval mata a tres personas con 18 años y a los 32 puede estar comiendo en un Burguer como si nada. Sus víctimas nunca más. Dice usted que eso no es un regalo. Le deseo de todo corazón que nunca jamás sea un familiar suyo la víctima y un vecino el delincuente, y que a los diez años le vea usted tender la ropa como si nada.

    Además, muchos vemos la cárcel como algo horrible porque es la antítesis de nuestra vida diaria. Pero se nos olvida que muchos delincuentes vienen de entornos marginales en los que poco tienen que perder. Y a esos les damos una celda más grande que muchas habitaciones que he tenido en pisos de estudiantes, sanidad gratuita, dentista incluido, estudios gratis, un trabajo con un sueldo para que con ese dinero compre lo que quiera en el economato, cursos, talleres, actividades deportivas, charlas, excursiones, visitas culturales. Todo eso pagado de nuestro bolsillo. Y con todo eso reduce condena. Y el día que sale, le garantizan una vivienda y un trabajo para que se reincorpore. A lo mejor a usted no le parece una dádiva. Ahora piense qué significa todo eso para alguien que viene de un barrio como las 3000 viviendas de Sevilla. Pues solucionarle la vida, así de simple.

    "Hacer cuentas con las décadas que debería estar en la cárcel, sin saber todavía nada que no sea por propia boca del presunto asesino y sus cómplices es muy peligroso. Es la palabra del presunto culpable la que guía las reclamaciones. Sin cuerpo no podemos saber, por ejemplo, si fue un homicidio involuntario (discutiendo, pudo golpearla sin voluntad de matarla), o el grado de implicación de los demás chicos. "

    ¿No le parece a usted suficientemente peligroso?. ¿Usted mataría a alguien por una discusión?. Porque le aseguro que yo no. Aunque fuera involuntario, hablamos de alguien que no llamó a una ambulancia, no, se molestó en deshacerse del cuerpo y ocultar su rastro. Tuvo a la familia cerca de un mes pensando que podía estar viva, participando incluso en la pega de carteles. Y gracias a eso, llevan días buscando el cuerpo sin resultado y la familia no puede siquiera enterrar a su hija y llorarla en paz. ¿No le parece a usted peligroso por mucho que la matase sin querer?. Porque a mí una persona que es capaz de matar a alguien sin querer y a continuación planear cómo deshacerse del cuerpo, me da mucho miedo.

    Cambiando de tema, lo de El Mundo y El País, es sólo un ejemplo del poco sentido que tienen bufonadas como las de Wyoming. Tratar de demostrar que Intereconomía es sectaria cuando todos los medios lo son, es absurdo. Lo que sí que no se le puede negar a Prisa, y en eso tiene que estar de acuerdo sí o sí, es la facilidad que tienen para escurrir el bulto después de los bulos. Mientras a los demás se lo recuerdan, ellos primero abren con la noticia en primera plana, luego se confirma que no, y simplemente dejan de hablar de ello, sin disculparse ni nada y aquí no pasa nada. Cuando la realidad es que si un juez tiene que saltarse el secreto de sumario y publicar una nota informativa sólo para aclarar una falsa noticia de una cadena, y esa cadena sigue como si nada...

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  8. Fin de los tiempos: por supuesto, todo lo que se vierte en este blog son opiniones personales. Opiniones informadas, en la mayor parte de los casos, pero siempre personales. Gracias por su detalladas réplicas, resulta motivador poder debatir posturas.

    En su réplica última observo muchas cosas razonables, tiene usted razón en muchas cosas, en otras se acerca mucho, y en otras cuestiones está equivocado o bien influido por otras cuestiones en su planteamiento. Siempre, desde mi personal punto de vista, por supuesto. Permítame los siguientes comentarios.

    “Empezaré diciendo que no me vale la excusa de que los jueces son personas y tienen ideas políticas. Si las tienen, se las guardan y actúan objetivamente. No hay justificación posible. Por esa regla de tres, si todos los ginecólogos recuerdan que son hombres y tienen deseos...”

    -Los jueces españoles están entre los menos politizados del mundo occidental. Se lo puedo asegurar por mi dilatada experiencia en otros países. Vaya usted a un tribunal en Italia, Gran Bretaña, los USA, incluso Francia… Alemania y los países nórdicos probablemente sacan ventaja en este ámbito, pero también porque hay una mayor naturalidad en la asunción de ideas políticas.

    Nadie es apolítico. Absolutamente nadie. Un juez no debe guardarse sus opiniones políticas: lo que debe hacer es no utilizarlas para juzgar. Son cosas diferentes. Y generalmente lo hacen bien. Y cuando no lo hacen bien, para eso están el CGPJ, el TC y el TS. Sobre la tentación del ginecólogo… la entiendo más como un arrebato momentáneo de baja pasión. Un juez no usa la baja pasión para juzgar, o desde luego no debe.

    “Una cosa es la esfera personal y otra la profesional, y el que no sepa separar una de otra, que se inhiba o se dedique a otra cosa.”

    -Entiendo que está muy de moda la “inhibición”, pero eso no se puede hacer a la ligera, aparte que es una figura jurídica muy sería, aunque ahora el PP la está usando fuera de toda lógica legal.

    El trabajo del juez es juzgar. Aunque se equivoque, porque en ese caso están los tribunales tutelares para arreglarlo. Si un juez se equivoca de forma sospechosamente habitual, créame, no dura mucho en la profesión. Pero un juez jamás debe inhibirse si no media una interposición o mandato directo. Puede ser recusado, pero no puede inhibirse por las buenas.

    “Dice que lo de cambio radical le parece muy de prensa, yo diría muy real. El Código Penal español tiene aún mucho de rancio y de antiguo…”

    -Tiene razón en muchas cosas de las que dice en ese párrafo. De hecho… en todo. Permítame añadir que no sólo hay delitos mal tipificados porque antes no se daban, o sean fruto de las nuevas tecnologías y realidades, sino que hay delitos “de los de toda la vida” que están mal tipificados en el código penal (especialmente delitos económicos, fraudes, delitos contra la propiedad privada, el patrimonio, la cultura…), y algunos delitos de antiguo que fueron eliminados porque sonaban novelescos (caso de la “piratería”).

    De todas formas, como decía en mi comentario anterior, no hace falta un “cambio radical”, sino una tipificación racional. Cierto prestigioso catedrático de Penal lo definía como una “cirugía reparadora”. Lo radical tiende a ser desordenado: hay que escuchar a todos los profesionales que llevan años pidiendo mejoras y aplicarlas. Especialmente a los fiscales, que deben ser los verdaderos protagonistas del enjuiciamiento, algo que intentó el señor Bermejo y no le dejaron hacer los jueces para no perder poder. Y al final, por torpe, ya sabemos lo que pasó, y a ver dónde termina la reforma.

    “Más medios no significa más jueces, sino más de todo…”

    -Tiene razón. Pero lo que yo quería decir es que con “más medios” no se arregla todo. Un ejemplo, si lo quiere aceptar: con 10 albañiles se hace una casa tan bien como con 20, si el trabajo se organiza como debe. Y muchas veces, más medios (especialmente humanos) entorpecen el trabajo, porque a un funcionario “hay que darle algo que hacer”.

    Imagino que le será difícil de creer, pero en España sobran secretarios judiciales. El problema es que están penosamente distribuidos, porque los criterios siguen siendo estatales. Es decir, que el Gobierno Central planifica las necesidades legales de las Autonomías, y generalmente lo hace sin escucharlas. Lo cual provoca que haya juzgados de brazos cruzados, y otros literalmente desbordados.

    En este caso, el modelo americano es el mejor: una Corte Suprema, y el resto en manos de los juzgados de cada Estado. Así debería ser en España, pero parece que no hay forma. Y no es una reclamación de los partidos nacionalistas: PP y PSOE, a través de sus representantes autonómicos, reclaman lo mismo. Pero sus “jefes” de Madrid no suelen hacer caso.

    “Sobre el Código Penal… Si estaba muerta cuando la tiraron al río, homicidio. Si estaba viva, asesinato. Y entre ambas, diez años de condena de diferencia. ¿Es que si estaba bien muerta merece cumplir diez años menos?. No lo veo así.”

    -El Código debe ser flexible, como ya comentaba anteriormente. Sobre el caso de la chica sevillana, no es tan cuadriculado como usted lo comenta. Pero tiene que haber una diferencia sustancial hacia arriba. Es decir, que si han echado al río el cadáver, es una cosa. Pero si han arrojado al río a una persona moribunda, a sabiendas de que aún estaba viva, coincidiremos que es un crimen todavía peor.

    El problema es que, reclamando un aumento a las penas que denominaremos “simples”, se deja sin margen de mejora y endurecimiento a las penas que denominaremos “complejas”. ¿Si subes las bajas, subes las altas? ¿Y si resulta, como de hecho sucede, que las altas ya no pueden subirse más? Tendremos que un homicidio accidental resulta casi tan duro como un asesinato con ensañamiento. Y eso no se puede permitir.

    “Sobre la cadena perpetua y el endurecimiento de las penas, usted parece ser uno de esos defensores progresistas del concepto de cárcel como periodo de reinserción para la vuelta a la sociedad. Otros, como yo, pensamos que la cárcel es también un lugar de castigo por los delitos cometidos y donde se aparta a alguien peligroso para proteger a la sociedad. Por mucho que quieran ver que todos los delincuentes pueden reinsertarse, hay miles de estudios que demuestran que no todos. Pederastas y violadores tienen tasas de reincidencia enormes, la cárcel es lo único que les aleja del delito porque allí no hay posibles víctimas. Otros, como es el caso de asesinos y terroristas, directamente no merecen volver a la sociedad.”

    -Un párrafo completo el suyo. Veamos. Yo parezco muchas cosas, y desde luego mis conocidos son más expertos en decir qué parezco y qué no parezco. No he hablado de reinserción, tema harto complejo, ni en la entrada ni en mis réplicas. Y le aseguro que no tiene nada que ver con eso nada de lo que he dicho. Si quiere, podemos polemizar al respecto, con gusto. Seguramente le resultará revelador comprobar el altísimo grado de reinserciones de nuestro sistema penal. "No todos", como dice usted, pero sí la gran mayoría. Pero deberá ser en otro momento, porque eso no tiene nada que ver con lo que he expuesto hasta ahora.

    Un lugar “donde se aparta a alguien peligroso para proteger a la sociedad” es un concepto muy peligroso, porque es tentador, parece muy coherente, natural, razonable. Porque, para empezar, no estamos seguros que cada preso realmente es culpable, aunque la mayoría lo sean, hay un importante porcentaje que no, y que vivirán el resto de su vida como “culpables”.

    Por otro lado, la cárcel es una, una sola, y en ella se mezclan violadores y raterillos, terroristas y estafadores, y coincidiremos en que el peligro para la sociedad de cada uno de ellos es diferente, y su punición debe ser ajustada para evitar que todo valga lo mismo. Lo ideal sería tener cárceles especializadas para cada tipo de delito y evitar “universidades del crimen”, pero cada vez que se ha intentado ha sido considerado como algo inaceptable, propuesto por progresistas hippies, y, sobre todo, un gasto de dinero tremendo en algo que, seamos honestos, no suele interesar a nadie, salvo que esté de noticia reciente.

    Pero sobre todo, la idea de extirpar de la sociedad a los elementos peligrosos, da pie a muchos totalitarismos que conducen, irremisiblemente, a la pena de muerte, que es el paso siguiente a la cadena perpetua. ¿Un tipo que ha matado a 30 personas sabiendo lo que hacía perfectamente y que no muestra compasión alguna? En buena lógica, todo ciudadano se preguntará para qué pagar sus facturas el resto de su vida, pudiendo poner fin a su vida. Y en esa escalada, perdemos todos. Ese tipo debe vivir toda su vida en la cárcel y, con 80 o 90 años, puede pasar sus últimos días en la calle, vigilado, cuando ya no es peligroso para nadie, como gesto puramente humanitario del sistema que le ha juzgado. Porque él es el criminal, no la sociedad. No fue perdonado, sino juzgado. Ha pagado, y punto. Deberíamos aprender del concepto USA de “pagar las deudas con la sociedad”.

    “Porque se les olvida un concepto. Nadie obliga al crimen…”

    -No se quienes somos “nosotros”, pero ahí difiero. Hay miles de crímenes diferentes, todos ellos crímenes. Todos ellos deben ser juzgados como tal. Pero no son todos lo mismo. Y además, un juez no sabe a ciencia cierta si la persona a la que manda un par de años a la cárcel por homicidio involuntario realmente mató por puro accidente o realmente ha sido muy hábil en presentar sus pruebas.

    En muchos crímenes se mata sin voluntad de matar, o con la voluntad muy alterada. Recuerdo una mujer que, a punto de ser violada por un compañero en la oficina, golpeó conscientemente a su agresor con un golpe de extintor en la cabeza. Lo mató. Era casada, y tenía pánico por lo que había hecho, de forma que trató de ocultar el cuerpo como pudo, porque tenía miedo a haber destrozado su vida y la de sus hijos. Al final, como fue homicidio voluntario y hubo ocultación, todo ello probado porque era cierto, esa señora fue a la cárcel como un sicario cualquiera, como si hubiese asesinado a su vecino del quinto para robarle sus joyas. Y no es lo mismo. Y casos como esos son los que llenan los tribunales, no casos hiperclaros donde A es la víctima, B es el asesino y C el motivo.

    “La cadena perpetua no tiene por qué servir para reducir el número de delitos. Con que sirva para castigar a alguien por sus actos, llega. ¿No está usted de acuerdo en que De Juana, con 25 asesinatos, sin arrepentirse de ello, no merece estar paseando por la calle?”

    -Lamento decirlo, pero esta usted totalmente equivocado. El objetivo de toda condena es reducir el número de delitos, no castigar por castigar. Para castigar, hay otras cosas en la vida. Se condena a un asesino para decir a la sociedad “si usted hace lo que este individuo, se va usted a la cárcel, así que mejor no lo haga”. De todas formas, los estudios jurídicos demuestras que, en los países donde se aplica la cadena perpetua, el índice de delitos graves es mayor. Y creo que coincidiremos en que, por muchas ganas que nos de ver pudrirse a un violador en la cárcel, si con esa medida provocamos que crezca el número de violaciones, es mejor quedarnos como estamos.

    -¿Por qué sucede ese aumento de delitos en países con Códigos más severos? Porque se anula totalmente el balance de equilibrio entre el delito y la pena. Las penas bajas son tan altas, que se crea la figura del “delincuente forzoso”. El gran ejemplo, por desgracia, son mis queridos USA. Caso práctico:

    A) Un ratero entra en una tienda. Entra con pistola (allí se puede “tener” pistola, en España pongamos que entra con un cuchillo). Va a robar, pero lleva la pistola porque son los USA, el dependiente seguro que tiene una o varias pistolas bajo el mostrador para protegerse, así que si quieres robarle tienes que llevar tú otra pistola. Es la famosa “paradoja protectora”: llevas algo para protegerte que, realmente, hace que la situación sea más peligrosa porque obliga al delincuente a ser más amenazante. A punta de cuchillo no le va a amedrentar, así que el ratero lleva una pistola. Apunta al dueño, todo va bien porque el de la tienda coopera. Pero resulta que alguien ha visto por los cristales que hay un robo con pistola y llama a la Policía (o lo han visto en la agencia de seguridad, o con las cámaras, o el de la tienda ha pulsado la alarma… hay mil formas).

    B) El ratero, que no es brillante (si lo fuera, quizás no sería ratero) se pone muy nervioso porque, ATENCIÓN, si “roba y le pillan”, es un delito, pero si “le pillan robando” es un delito peor, y como lo hace a mano armada mucho peor, digamos que si no se larga de allí estará un par de años en la cárcel (aunque todavía no ha llegado a robar nada ni herir a nadie). La Policía llega, el tipo no tiene salidas… y decide coger al de la tienda como rehén, porque en los países con penas muy duras, la característica común es que los delitos se agravan mientras están siendo realizados: hemos pasado de robo con intimidación a atraco con rehenes SÓLO porque el ratero está desesperado por huir de las consecuencias legales.

    C) El desenlace es diverso. Lo habitual en los USA es que el de la tienda, con una imagen en su mente muy americana, decide “protegerse a sí mismo”, trata de sacar la pistola que tiene oculta para reducir al ratero. Con suerte, le dará. Pero normalmente es el ratero el que herirá o matará al de la tienda. Y entonces sí que la hemos liado, porque tiene robo con intimidación, quizás rehenes, y además un asesinato (como entró a robar, se da por hecho que es asesinato y no homicidio). Ese chaval está empapelado. En los USA, eso ya es cadena perpetua. Y no hay más que decir. Entró a robar y saldrá sin volver a pisar la calle en el resto de su vida.

    D) Ahora imaginemos que tiene una oportunidad, aunque mínima. La Policía se retrasa, o tiene un plan de huída, un coche para largarse: en los USA hay muchísimas persecuciones policiales por culpa, curiosamente, de la legislación y dureza de las penas, que hace que escaparse sea una jugosa opción si logras que no te pillen. Total, si te pillan, ya sabes que es perpetua. Y ahí está el riesgo: precisamente en el “total, si te pillan, ya sabes que es perpetua”. Si ese ratero tiene alguna opción, lo que hará es ejecutar a todos los que estén en la tienda (menos gente para identificarle si le cogen), robar (para eso entró originalmente), ocultar las pruebas que se le ocurran (aunque el CSI siempre es más listo) y, quizás, disparar a algún agente de Policía mientras se larga. Todo porque la legislación es durísima, sabe que le va a caer la perpetua si le pillan, así que hace TODO LO QUE HAGA FALTA, en pleno pánico, para intentar librarse. Un ladronzuelo de barrio se convierte en asesino múltiple con agresiones policiales en una sola tarde.

    E) Y usted me dirá, eso en Europa no pasa. No hay pistolas en cada casa. Cierto, pero en Europa ya ha habido miles de casos de violaciones terminadas en asesinato para evitar que las víctimas identifiquen al agresor. O las mafias que roban casas, queentrasn a robar, no a matar, pero saben que, si matan a una de las personas de la familia, les compensa matarles a todos, porque minimizan el riesgo de ser atrapados y “total, si te pillan” (¿le suena?) no hay gran diferencia entre “robo con un asesinato” o “robo con tres asesinatos”.

    Endurecer penas conlleva afrontar una relatividad de las penas muy arriesgada, implica decir al delincuente que la ley va a caer con todo el peso posible EN CASI TODOS LOS CASOS. De forma que, aunque involuntariamente, se incita a agravar los delitos.

    -El Caso de Juana Chaos es totalmente diferente. Ese sinvergüenza se benefició de una tipificación anticuada para estar de patitas en la calle. Triste, pero la Ley es así, hay que joderse (con perdón). Y su caso fue politizado de una forma lamentable. Recuerde que un compañero suyo de Comando llevaba ya varios años fuera cuando estalló el “escándalo de Juana”. Y la productora El Mundo TV le pagó para hacer con su ayuda un documental, exhibido en Antena 3 TV, sobre sus crímenes con Iñaki de Juana. Y los dos son igual de culpables de lo que hicieron, porque en terrorismo es un error pensar que quien monta la bomba y deja allí sus huellas es más culpable que quien decide dónde ponerla.

    “También dice usted que 20 años por matar a una persona no es un regalo…”

    -Hay que poner un baremo. Sí, sabemos que la persona muerta no va a volver. Lo sabemos muy bien. Pero tampoco vuelve la persona muerta por atropello, y el dolor no lleva a meterle 50 años a un tipo que atropella a alguien y lo mata.

    Será polémico, sé que no le va a gustar a usted lo que voy a decir, pero un chaval de 18 que mata a una persona tiene que saber cuándo va a salir, porque es posible que tuviese un momento realmente malo, o fuera un violento habitual, o simplemente idiota. Debe “pagar por ello”, vaya que sí, pero debe pagar una “factura” concreta, no estar pagando toda su vida de forma indefinida, porque es un criminal, por tanto es malo, y por tanto debe estar apartado de la sociedad hasta que muera. Tiene que salir algún día. Si ha matado a una persona y no ha veinte tiene que haber una gran diferencia, o el asesino múltiple estará equiparado al asesino accidental o al asesino ocasional.

    “Además, muchos vemos la cárcel como algo horrible porque es la antítesis de nuestra vida diaria. Pero se nos olvida que muchos delincuentes vienen de entornos marginales en los que poco tienen que perder...”

    -Revise esa opinión. Hay cierto tipo de delincuentes, generalmente relacionados con estupefacientes, que literalmente “prefieren estar dentro” de la cárcel.

    Precisamente, si se implanta la perpetua, habrá una verdadera clase social formada por los “reclusos”, como pasa en los USA, donde delinquir para que te caiga la perpetua es una salida laboral como enrolarse en los US Marines. Y esa nueva clase social será una fuente de delitos en sí misma. Imagine cómo vive el hijo de un tipo que está en perpetua. Y ese hijo no tiene culpa de lo que haya hecho su padre. Pero tiene una altísima probabilidad de acabar delinquiendo, porque su vida es totalmente surreal.

    “¿No le parece a usted suficientemente peligroso?. ¿Usted mataría a alguien por una discusión?. Porque le aseguro que yo no. Aunque fuera involuntario, hablamos de alguien que no llamó a una ambulancia, no, se molestó en deshacerse del cuerpo y ocultar su rastro…”

    -Obviamente, casi nadie piensa que mataría a alguien. La realidad, la que he visto con mis ojos, es más dura, y muestra que hay gente que se ve totalmente superada por diez minutos en su vida en los que mató a una persona.

    El asesino de la chica sevillana puede ser un calculador frío, peligroso, criminal, y merecer pudrirse en la cárcel y ser utilizado como escobilla por otros reclusos. O puede que sea un joven irreflexivo y de tendencia violenta que, sabiendo la que se le venía encima al haber matado a la chica, y tras ver muchas películas, pensó que si eliminaba el cuerpo del delito el delito podría pasar por encima de él. ESO NO LO SABEMOS. Se intentará dilucidarlo en el juicio, pero tampoco hay garantías de que se consiga.

    Generalmente, los crímenes con ocultación y destrucción de pruebas suelen venir de gente que no tiene impulsos criminales, perpetran un homicidio involuntario y se ven desbordadas por el crimen que acaban de llevar a cabo. Por eso hay que tener en cuenta muchas cosas. Por eso el tema del que hablamos en la entrada, con 57 puñaladas y múltiples pruebas que demuestran un crimen mucho más atroz que el de la chica sevillana. No dude que si los muertos de la Calle Oporto de Vigo fueran dos chicas adolescentes, ese tipo estaría en la cárcel sin remisión, aunque el crimen fuera calcado.

    EN EL OTRO TEMA: los medios no son sectarios (no entiendo ese adjetivo), sino parciales. Interesados si quiere, pero está en su naturaleza. Y me niego a poner a PRISA un adjetivo y no dárselo al periódico El Mundo por su tergiversación en el patético caso del 11-M, dónde inventaron pruebas, interpretaron otras sin tener ni idea de lo que decían o, peor, teniendo idea y falseando de forma interesada. Eso fue el peor bulo que he visto en mi vida, porque además tenía la intención de calumniar a gente muy destacada, de varios partidos, y vincularles a un deseo de ganar una presidencia de Gobierno con un asesinato terrorista. Si eso sucede en los USA, Francia, Gran Bretaña… el periódico ya no existiría, y Pedro J. Ramírez estaría en la cárcel una buena temporada. Pero como esto es España, y hay miedo a perseguir a nadie si te pueden acusar de hacerlo por fines políticos, ese señor ha “escurrido el bulto” totalmente, como diría usted.

    Un saludo y gracias por comentar.

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